Nostromo y
Ojos de Perro Azul: Dos Fanzines valencianos I
En Valencia es común encontrarse con iniciativas culturales que buscan
darle vida a una ciudad que presume de gran actividad cultural pero donde es
increíble cómo pasan desapercibidas y fenecen. Una iniciativa que
periódicamente aparece son las publicaciones alternativas. Publicar una revista
en este 2016 es prácticamente imposible para el común (por la carencia de papel
y el costo de los insumos de impresión que son tan elevados que rozan el
cinturón de asteroides) pero en el pasado si sacrificabas un poco tu bolsillo
eras capaz de lanzar una revista con la esperanza de que fuese bien recibida.
El mundo de la autoedición es un
grito de rebeldía ante los medios convencionales de difusión y una forma de
plantarle la cara de forma victoriosa al odioso Don Dinero. Así se hacen valer
esas pequeñas diferencias que nos convierten en lo que somos. Y esa forma de
hacerse valer se llama Fanzine.
Fanzine es un préstamo del inglés,
esa lengua indoeuropea hermana tan acusada de ser la lengua vehicular del
imperio del mal. Es una palabra compuesta conformada por los vocablos Fan
(seguidor, admirador, correligionario o fanático) y Magazine (palabra de origen
árabe que significa revista). Definimos al Fanzine como una publicación hecha
por aficionados a un tema y destinada
a ser consumida por otros aficionados a
la temática reflejada en la misma. En
pocas palabras: Un fanzine es una publicación hecha por y para aficionados.
El Fanzine por definición es
marginal. Algunas otras de sus características son:
* Su
hechura suele ser artesanal y puede usar la escritura manual y la
mecanográfica.
* Esta última va desde la máquina de escribir a la escritura con
el ordenador incluso los medios de impresión masiva.
* Es elaborado por un grupo pequeño o por una sola persona.
* Los tirajes son limitados.
* Su área de cobertura
es limitada. Generalmente su periodicidad es irregular.
* Es un
medio subterráneo (underground).
La
característica más evidente del Fanzine es su negativa a ser encorsetado.
El Fanzine tuvo una efervescente vida en los espacios
universitarios. En la Universidad de Carabobo era común que los movimientos estudiantiles, políticos
o culturales, tuviesen su fanzine aunque pocos pasaron de ser pobres panfletos
políticos. El Boletín Universitario de la Universidad de Carabobo, el primer
periódico de la UC fue un fanzine. Era un vocero extraoficial elaborado
por estudiantes. Américo Díaz Núñez y
Eugenio Montejo (recuerdan: La tierra
giró para acercarnos/…/hasta juntarnos por fin en este sueño), estudiantes de derecho
que ocupaban la dirección y la jefatura de redacción respectivamente. Domingo
Franceschi, estudiante de medicina,
era el secretario de redacción. Era impreso en la editorial Clima de Manuel Feo
la Cruz y su primer número salió el
12/03/1959. En 1963 las amplísimas autoridades rectorales clausuran esta
publicación.
En los 70s surge la revista Zikeh, órgano del grupo literario Animales krackers, formado por Carlos Yusti, Judith Pezzente, Juan Aponte Celis, Humberto González y Argenis Azuaje entre
otros. Duró poco como suele suceder.
Nosotros, como tantos otros en este punto azul pálido,
hemos caído en el hechizo de la Fata
Fanzine. En el año de la Odisea del Espacio de Arthur C. Clarke conocimos el fanzine Nostromo, Órgano
divulgativo de Ciencia Ficción y de la fantasía una publicación realizada
prácticamente solo por el dibujante Ramón Siverio con la colaboración de Oswaldo Rosales, Aníbal Garrido, Yilly Arana, Pedro Montaño, Héctor García, Igson González,
entre otros.rickmontene@yahoo.es
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