sábado, 24 de agosto de 2024

FRACASADOS

 Carlos Yusti



Un escritor que escribió de manera refinada sobre fracasados fue sin duda Juan Carlos Onetti. En algunos de sus relatos y novelas hay una buena galería de estos especímenes vapuleados por la circunstancia (y la mala racha) que van por la vida como zombis a la espera de un nuevo proyecto y embarcarse en él para fracasar de nuevo.

Escritores y artista forman parte de ese club exclusivo del fracaso, pero al menos mucho de sus integrantes dejan una obra. En política los fracasos son más rotundos, pero su estela es mucho más grotesca.

Un caso patético (por no decir dramático) es lo que le ha pasado a la cúpula cívico-militar, también mencionada como chavismo-madurismo, que nos ha desgobernado en estos últimos tiempos. En las recientes elecciones, del año en curso 2024, ha recibido una derrota aplastante. Una humillación electoral con un número de votantes extraordinaria. No ha sido derrotado el candidato del gobierno, sino toda una cúpula; una manera de ejercer la política entre la estafa, la inoperancia administrativa y el robo, sin mencionar el tráfico de oro, de drogas, alimentos y pare de contar. Son para resumir una cúpula de fracasados en mayúscula. Pero (ojo) fracasados sin magia, sin obra y sin ninguna pizca de belleza. Unos fracasados horrendos que quieren seguir disfrutando de las mieles del poder a toda costa y por esa razón practican un feroz terrorismo de Estado. Además, hay que mencionar el hecho que disfrazados de izquierdistas revolucionarios se han convertido en la estafa más biliosa de la política en nuestro país. Fracasados y ladrones de cuello rojo han destruido como nadie las instituciones convirtiéndose en unos fascistas de nuevo cuño.

De nuevo en la irrealidad de la literatura un fracasado ficticio sin parangón es Don Quijote y no por casualidad Gregorio Morán escribe: “La sociedad no soporta el fracaso; lo considera una enfermedad social. Y aquí volvemos al comienzo: el arte, la literatura, se alimentan de algo que la sociedad desprecia, el fracasado. Y desde hace muchos siglos, incluso antes de que se escribiera la más hermosa epopeya del fracasado, que es el Quijote”.

Otro fracasado con brillo propio de la ficción literaria es el coronel de la novela El coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez. El coronel, nunca se conoce su nombre, es una especie de veterano de guerra que desde hace quince años está a la espera de una pensión gubernamental, a la que tiene derecho por haber servido durante la guerra civil, pero que nunca llega. En la extrema miseria transcurre la existencia del coronel y su esposa. Cada uno, por su lado, busca la forma de salir de ese abismo lleno de estrecheces y poco iluminada. Es una metáfora del tiempo, de la soledad y la indefensión.

Ha dicho el escritor Enrique Vila-Matas "La literatura y el fracaso son la misma cosa... El arte del fracaso es inherente a la práctica de la literatura". Mi lista de amigos escritores que han mordido el polvo del fracaso es larga (en la que me incluyo sin modestia), pero los prefiero a esos politicastros de oficios cuyos fracasos rotundos son las desgracias sangrientas de los pueblos.

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