viernes, 19 de agosto de 2016

YURI VALECILLO: una poética de la realidad


YURI VALECILLO: una poética de la realidad



Amigos lectores de esta página:

El texto que hoy les presentamos es una reflexión del poeta César Seco sobre el libro "La realidad confrontada" fotografías de Yuri Valecillo y textos de Carlos Yusti.

Yuri Valecillo es un fotógrafo venezolano residenciado en México, con una intensa actividad profesional en diversos países latinoamericanos.

Encuentro esta reseña particularmente interesante ya que ha sido escrita por un poeta sobre el valor del trabajo de un fotógrafo. Ambos son artistas, ambos comparten la angustia del creador ante la fugacidad de la belleza. Digo belleza que no se confunde necesariamente con el sentido de lo correcto. De hecho hay belleza en la tragedia, en el llanto y en la desesperación. Esos son los elementos con los que trabaja Valecillo y Yusti y Seco y todo creador. El libro es un testimonio valioso de este momento histórico, como dice Carlos Yusti, es un pacto con el instante.

Recibimos este trabajo con gratitud e invitamos a su encuentro, más que lectura, será el ingreso a una zona donde el tiempo logró ser detenido por el artista.

Graciela Bonnet

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YURI VALECILLO: una poética de la realidad


César Seco

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Llega a mis ojos un libro de fotografías que no sé por cual causa se negaba a pasar el puente del mail. Una vez lo hizo, más por insistencia de quien lo envió, que por mis conocimientos digitales, lo acerque a mi gastada visión sin saber que página tras página entraba y salía del hoyo de la realidad, captado con fidelidad tras las imágenes, como un viaje que se da sin intermitencias y en que sólo me detendría para hallar respiración entre revelaciones fuertes y sensibles. El libro es La realidad confrontada*, del fotógrafo venezolano Yuri Valecillo.

Hay algo que es inmediatamente captable en una foto de Yuri Valecillo: el movimiento, movimiento en el sentido de vivacidad. El fotógrafo supera esa detención a la que fue expuesto el instante de la toma. Es decir, el fotógrafo ha atrapado la viva esencia de ese instante, tal como puede ocurrir a un poeta. Cualquiera de las fotografías incluidas en el libro, confirma esto que digo.

2

La superposición de lenguajes que ahondan en el hecho humano y a la vez lo que los hace coincidir en la realización fotográfica es aquí fundamento ético y, sólo posteriormente, estético, aunque concentre en éste su fuerza expresiva. Hablo de la realidad y sus inefables huellas sobre el ser humano y la reacción de este ante ella. Todo esto captado tanto en "el sentimiento trágico de la vida" como en el más revelador de la sensibilidad humana; su lado opresivo y su festivo, a veces juntos, no disociados de la violencia de los tiempos que corren. Así mismo, la impotencia que apela a la protesta o la ternura, presente ésta en la que retrata al vendedor de algodón de azúcar que sonríe espontáneamente a la cámara. Lente inquieto propone a su vez la participación del entorno alrededor del hecho fotografiado. Así, el contenido se amplía en las lecturas que pueda tener cada imagen. Vemos la expectativa del fotógrafo en su taller, procesando, a la luz, el resultado de su oficio. Las imágenes de la tradición popular y religiosa se dejan ver con su fondo: la urbanidad que con todos sus artefactos técnicos no logra borrarla. El saxofonista que al lado de un andamio y un palacio clásico detrás, con una elevada estatua ecuestre que sobresale en picada nos hace leer visualmente algo así como un poema dramático, no exento de ritmo y crítica. Ritmo en la perspectiva que se proyecta la imagen y crítica en la manera que se presenta la estructura fotografiada, como sugiriendo las fases que identifican al poder, lo que hay delante o detrás o lo que manipulan los discursos, evidenciado en el ecuestre monumento. Esto es, el arte y su capacidad de enfrentar toda carga impositiva. Hay una fotografía que me ha impresionado y hecho escribir estas líneas centrándolas en la poética que aprecio implícita en el conjunto.

Se manifiesta en una capacidad, no sobre utilizando los recursos de la fotografía, de hacernos participar como espectadores, de entregarnos la sensación de estarlos descubriendo junto al portador de la cámara, en el momento de activar el obturador y hacer click. El logro está en que no se siente premeditación, aunque nadie más consciente que el fotógrafo de lo que desea comunicar. Hay otra foto, la de un trombón que refleja en su espejo metálico el acontecer de una marcha, la escena se presenta distorsionada y nítida a la vez, como lo es en sí misma la realidad.

La presencia de la música es esencial y no sólo como imagen representada. Nos entera de lo que ha tenido que ser un hallazgo para Valecillo: la música como hilo conductor a lo que la realidad misma pretende ocultarnos. Hay músicos en varias de ellas, hay música conduscente en las imágenes, aunque no la escuchemos. Acaso sea esto a lo que líneas atrás me referí como ese movimiento vivo que se conserva en esta fotografía. Lo que ritma esencia humana con reacción, acto con respuesta. De allí que el título elegido le viene justo.

3

A la primera parte del libro, compuesta por fotos en blanco y negro, les sigue una segunda, esta vez en color. Sin desprenderse de los signos de su propuesta, Valecillo aborda el color, pero no el color por el color. El fotógrafo, como el pintor, se apropia de una paleta o gama de colores que ya está en la calle y sus muros grafiteados. Sólo que él elige los que se avienen a su sensibilidad y los conjunta a las texturas agrietadas o repintadas de esos muros urbanos. Azules, verdes, grises, ocres, sin brillo en ocasiones, que remiten esta vez, al trasluz, a ese algo poderoso, sin la cual la realidad no lo es, el misterio. Ponen su atención estas fotos en los frisos, en paredes, en puertas, hace ver las escrituras casuales y las no casuales, las que responden a una intención política y las que le contrastan con rebeldía, con rechazo, con invención pura. Las imágenes que identifican a la cultura mexicana a la que Valecillo ha explorado por residir allá.

4

El libro viene acompañado de textos del crítico Carlos Yusti, donde no sólo aborda las que considera las líneas maestras del oficio de Yuri Valecillo, sino momentos claves de su acontecer vivencial. Yusti señala, con lucidez y con fidelidad a la amistad que lo une al fotógrafo desde que eran muy jóvenes, que Valecillo no pretende pasar por artista sino que prefiere ser considerado un reportero grafico que prefiere estar más cerca del hecho humano en sí que instalarse en la fría sala de un museo y que por ello la mayoría de sus muestras han sido en espacios urbanos abiertos, expuesto incluso a la reacción de los espectadores. Sugiere también el crítico, que al fotógrafo no lo asalta la vanidad del artista y qué prefieres asumirse como irrenunciable crítico de todo acto de injusticia. Entre estas consideraciones que señalo, Yusti hace otras con rigor, sin parcialidad y plañidera emoción, observaciones que tienen la prevención de ubicar el trabajo de su amigo, en el lugar que altamente merece.

También, se anexan tres textos del mismo Yuri Valecillo y que adquieren un carácter testimonial. En ellos de manera sencilla da cuenta de su condición ética, primeramente como ser humano y luego como un crítico insobornable de lo que le rodea, sin tener porque disociar su hacer de su pensamiento. Uno descubre que tras esta sencillez, esta franqueza hay una firme y profunda concepción del hecho artístico, para nada complaciente. Valecillo enfrenta los desvalores de lo global, de lo tenido como posmoderno, con la autenticidad que es así mismo, su valentía, y que bien desnuda en sus fotos.




*La realidad confrontada. Itinerario fotográfico de Yuri Valecillo.
Fotografías de Yuri Valecillo




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Graciela Bonnet


 Nació en Córdoba, Argentina, en 1958. Es Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela (1984). Ha trabajado 25 años como correctora de pruebas y supervisora de ediciones por contrato para todas las editoriales venezolanas, entre ellas Monte Avila, Planeta, Biblioteca Ayacucho, ediciones de la Casa de la Poesía, Pomaire, Eclepsidra, Santillana, Editorial Pequeña Venecia, La Liebre Libre. Experiencia de tres años como redactora free lance para una editorial de libros de autoayuda. Escritora fantasma (sin firma) realizó investigaciones para crear libros, novelas, tesis y monografías.Es dibujante amateur. En 1997 el grupo editorial Eclepsidra publicó su poemario "En Caso de que Todo Falle." En 2013 editorial Lector Cómplice editó "Libretas Doradas, Lápices de Carbón" En el año 2000 participó del encuentro de Mujeres Poetas en Cereté, Colombia.



Y su blog es: Graciela Bonnet Vertiente Recíproca

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César Seco.

Poeta y escritor venezolano. Sus libros de poesía publicados hasta 2006 fueron reunidos y prologados por Gonzalo Ramirez en Lámpara y silencio, Monte Avila Editores Hispanoamericana. Con El  viaje de los Argonautas obtuvo el premio Bienal de Poesía Ramón Palomares (2005). Ha publicado así mismo Transpoetica, ensayos, por El perro y la rana (2007). Recién ha publicado dos libros que dan continuidad a su obra poética: La playa de los ciegos, Ediciones Imaginaria, y El poeta de hoy día, Ediciones Madriguera. Ha participado en diversos eventos literarios fuera y dentro del país, como el Festival Internacional de Poesía de Medellin (2006), su poesía ha sido parcialmente traducida al ingles, italiano, portugués y árabe sirio.


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