Muñecas llenas de historia
MILAGROS FIGUEROA La muñequera de Guayana
Muñecas llenas de historia
Patrimonio cultural viviente
de Ciudad Guayana, artista del trapo, guerrera, curiosa, esa es Milagros Figueroa,
conocida como la muñequera, una mujer que es un libro de historia de su región.
Gloria
Luzardo
Le
dicen “la muñequera” por los trabajos que realiza, utilizando el trapo como
medio artístico recrea personajes históricos de la región en busca de dar a
conocer todo lo que está detrás del personaje, utilizando el muñeco como
elemento didáctico para difundir la historia de Guayana y del país.
Nacida
el 20 de febrero de 1947 se ha dedicado a la cultura guayanesa desde los 20
años, siempre entusiasmada por la historia regional no solo se encarga de
producir los personajes más conocidos de la historia nacional, si no, también
aquellos que son fácil de olvidar por el colectivo general como Rosa Berné o
los locos de Ciudad Bolívar, que nos dejan valores como la disciplina, la
constancia y la sinceridad.
Esta
mujer de tez morena; ojos oscuros, enmarcados por sus lentes; cabello gris y
blanco con algunos destellos, de lo que era su color original: negro; y arrugas
en el rostro, que denotan los años que tiene, es conocida por su carácter
fuerte, esa personalidad imponente que se demuestra al hablar con esa firmeza
que la caracteriza.
Como
madre es algo desapegada de sus hijos, poco le importa si estos se interesan
por su trabajo o sus logros, aunque siempre buscaba inculcar ese cariño por su
tierra, su duro carácter no se sosiega en el núcleo del hogar, su hijo la
describe como una mujer de fuerte temperamento pero una buena madre, decidida y
que sabe lo que quiere.
Para
sus compañeros trabajar con Milagros Figueroa es encantador, sí, es una
Parte de la Batalla de San Félix realizada con algunos alumnos de la Escuela Yocoima |
En
el plano personal, como amiga, es muy complaciente, alegre, descrita como “muy
buena persona”. Pero aún fuera de lo laboral lleva un tema consigo a todos
lados: la historia, podría decirse que es su talón de aquiles, y es que si
quieres insultar a la señora Milagros no hay mejor forma de hacerlo que no
conociendo la historia de Venezuela, y en especial de Guayana, es por esto que
es considerada una persona sabia entre sus allegados.
Entre
las personas que han marcado su vida estan aquellas prostitutas de la calle
Bolívar, mujeres hermosas que ella ha querido enmarcar en sus muñecas, pero que
no lo ha hecho por convencionalismos. Recuerda con especial nostalgia a una
mujer conocida como Ramona “la autobús”, llamada así porque el autobús en
aquella época valía medio, y las comparaciones entre el precio de esta mujer y
del transporte público no necesitan más explicaciones; la recuerda por su
bondad y no por su oficio, la recuerda por ser esa mujer amable que se paraba
en la ventana de su casa a ver las muñecas que había hecho.
Para
Milagros Figueroa personajes como este son los que hacen ciudad, los que
construyen la historia de una región y es que de eso se encarga ella, de
difundir esas anécdotas de las que no se encargan los grandes historiadores, de
dar a conocer esas pequeñas historias detrás de esos seres que aparentemente no
son importantes pero que pueden marcar la época en el inconsciente colectivo.
Detrás
de sus muñecas se puede encontrar un gran trabajo de investigación, de
recolección de anécdotas, documentos y entrevistas. Investigaciones profundas
para saber la vida de un personaje, no sólo conocer su oficio y de que se
trataba, sino también cómo son recordados por la memoria colectiva de la
región, estas averiguaciones son ejemplos de su constancia y dedicación a lo
que más quiere, su tierra. Sólo hace muñecas de personajes que le gusten, pero
hasta ahora no se ha encontrado con un personaje malo, o que no esconda una
historia que valga la pena ser contada.
Actualmente
se comenta que la señora Milagros siente un dolor un inmenso por cómo se está
pisoteando el patrimonio de Ciudad Guayana, porque la gente poco a poco ha ido
olvidando lo que es la historia. Para ella no hay mejor forma de superar una
crisis que dando a conocer a las generaciones más jóvenes la historia de su
región o de su país, porque como dicen muchos la mejor forma de saber a dónde
vamos es conociendo de dónde venimos.
Nunca
ha considerado dejar su ciudad, o irse de Venezuela porque aunque ha tenido
luchas fuertes por el patrimonio de Guayana, donde se ha ganado un par de
adversarios, dejarla no es una opción, es por esto que lucha, por su terruño, y
su manera de contribuir es difundiendo la historia. Se juzga a sí misma como
Guayanesa de pura cepa y es así como muchos la consideran, una incansable
defensora y amante fiel de la cultura de Guayana.
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