APURE, UN
ESTADO DEL ALMA
Roger
Herrera
A tempranas horas de la noche, en
el restaurant La Familia, comienza esta entrevista con el artista José Gregorio
González, en San Fernando de Apure bajo un calor indescifrable, para no decir
otra palabra.
-¿Cuándo te
inicias en la carrera poética?
-Bien, un tanto complicado para
mi, por cuanto la poesía implica la totalidad, entiéndase con la entrega de la
vida, el cuerpo, la obra, lo que uno observa y lo que uno es capaz de
transformar. Se produce fundamentalmente cuando me inicio en las artes
plásticas. Todo giró en torno a esa inquietud por ver transformar los fenómenos
que ocurren alrededor, la transformación de la materia, la del verso, de la
materia prima que en todo caso son las bases que uno tiene para ver distinto el
mundo. Mis textos giraron primeramente en torno a la narración, yo hice primero
que nada, pequeños cuentos que guardé por mucho tiempo, luego veía que tenían
alguna autonomía de mí y en cierto modo empecé a respetarlos, los atesoré, los
guardé. Viví en distintas partes del País y siempre me acompañaron esos papeles,
a veces eran papeles viejos, maltratados por el tiempo, pero esa templanza, ese
hecho de envejecimiento le daban una vigencia para mí que asombraba, entonces
opté por reelaborarlos, por consultarlos y ahora tiene forma de poemario. Ahí
está Rebote.
-¿Qué
poetas te sellaron?... propicio es que a partir de estas primeras cervezas,
¿Quiénes influyeron en tu forma de hacer poesía?
-Yo llegué a tener una inquietud temprana
por conocer a Ramos Sucre, incluso viajé a Cumaná a la casa de Ramos Sucre en 1977 y tuve
contacto con los amigos que hacían talleres literarios con textos de Ramos
Sucre, me llamaron la atención profundamente,
pero nunca pude tener un texto, aunque si tenía referencias anteriores a
través de una poesía muy reveladora como la de Rafael Cadenas y Ramón Palomares
quienes no evocaban explícitamente a Ramos Sucre, pero me parecía que su
construcción tenía que ver con la universalidad, porque pienso que ese tipo de
poesía envolvía más que todo a “otra” que tenga una puntualidad en el verso,
resume el mundo cultural, el mundo escondido, subterráneo y el mundo
cosmopolita. Es decir da una simultaneidad en una lectura totalmente
desapercibida aparentemente por muchos mortales, pero que en el fondo subyace
toda una vivencia profunda que tiene que ver con la búsqueda estética y con el
legado cultural de muchos pueblos.
-¿Qué
significa para ti Rebote y si en tu ánimo existe actualmente un libro como
ese?... El río, la bulla social, esta misma entrevista aleatoria, ¿Que te dice?
-Rebote en mi es algo que en
primeras palabras implica todo un peregrinaje, eso en el fondo tiene toda una
serie de conceptos que siguen pululando y que ha estado viviendo, ahora que
mencionas el río, han ido transitando por un río, un río contrario. Porque todo
ese discurrir, este palabreo, esta fuerza que en algún momento salió de mi,
llegó a lograr su independencia. Ese remontar ha dado tantos tumbos que
simboliza algo como el que deambula, algo como las búsquedas que consiguen sus
derroteros y es en la constancia que quise simbolizar a Rebote, de la manera más
sencilla, de manera que la connotación es que si tu arrojas algo al aire no
caiga en el vacío, si no que tenga una respuesta, así sea en ella misma. Y eso me ha dado una
satisfacción, porque he visto que sigue el curso de la vida, el mensaje sigue lo
que se planteó en medio de su vigencia. Ahora el hecho que no haya sido
producto de un rebotar en tanto tiempo, este haya sido macerado y producto de
la reelaboración de muchos textos, incluso el hecho que se convierta en poema
fue para mí momento de una gran intensidad que me tocó vivir. Si, es posible que
se pueda plantear otro libro, pero no con la estructura de Rebote, porque el
libro ha sido algo tan difícil ya que sus elementos no se podían decantar. Era
imposible estructurarlo de otra manera y la única forma de que percibiera ese
texto, ese planteamiento llamado Rebote era tal cual como quedó.
-Creo
conocerte desde hace unos veinte años, tanto a ti como a Mayanín.. ¿La
recuerdas? la artista plástica, al igual el dibujante Erasmo Sánchez y a otros
artistas de esa época, en la Escuela de Artes Plásticas “Cristóbal Rojas”, en
uno de sus momentos más efusivos. ¿Cuál ha sido tu camino con la palabra?
Porque sé que fundaste “Flor de Bora” periódico cultural donde no solo yo
llegué a colaborar, también mucha gente del centro y de la provincia venezolana
en general y que marcó una relación extra temporal y extra espacial con la
realidad cultural del País. Quisiera que nos hablaras de ese hecho, ¿Cómo te
ves a ti mismo?
-El caso de mi trabajo implica un
estado del alma, estado de intimidad. Es cierto como tú dices que uno guarda
textos, imágenes, recuerdos. El simple hecho de la vida fútil y pasajera de
cómo pasan y se dan las cosas en una ciudad como San Fernando donde casi nada
sucede, forma parte de esa vivencia. Pero en el fondo es importante que se
contenga una memoria, una palabra, una imagen de una vitalidad tan profunda y
extraordinaria como es lo que uno capta y la que nosotros captamos a través de
la experiencia de Flor de Bora. La experiencia forjada por gente como Asdrúbal
Hernández, Lucía Salerno, Luís Camejo y otros jóvenes que en serio van en busca
de derroteros con más fuerza en cuanto a militancia estética, pues sabemos
sobre cuestiones que ciertamente tienen que ver con oportunidades si es de
oportunidades, pues la aventura de nosotros está en rechazar de plano cuando la
oportunidad no es realmente el calibre para medir fielmente cual es el lenguaje
y las manifestaciones que se quiera dar a entender. Pienso que la aventura de
Flor de Bora nos dio la magnífica oportunidad de
Construir y plantear que si es
posible emprender un camino en la cuestión cultural, solamente como los cuatro
años al frente de este Suplemento cultural, es decir entre los años 93-97,
tuvimos la oportunidad de plantear, si se quiere, que era lo que necesariamente había que hacer
aquí en materia cultural y quienes podían dar las respuestas y quienes podían
ser los interlocutores válidos para hacer una reflexión en torno a: quienes
somos, hacia donde vamos, de dónde venimos y qué hacer con respecto a la
cultura, que en la región de los llanos se ha visto tan mermada, tan
minusválida ante el País.
-¿Pero no
hace parte de esta visión a partir de la gente del centro? ¿Podrías nombrar
algunos poetas de valía del Siglo XIX y comienzos del XX en Apure?
-Juan Vicente Torres Del Valle,
José Natalio Estrada, Edwin Madrigal, Felipe Martínez Veloz y Julio César
Sánchez Olivo.
-¿No crees
tú que esa propuesta de apartarse, vivir interiormente, como en la edad media,
vivir hacia adentro, haya contribuido con la poca difusión que tienen los
valores literarios nacidos en el llano?
-Te podría decir que los llaneros
vivimos hacia dentro. Es verdad, pero ese afianzamiento de lo interior nos
provee del material y la reflexión necesaria para la creación. Para nosotros el
centro no es más que una referencia (o debería de ser), un escalón, una forma
de vida distinta, pero tal vez no la mejor opción, más bien el centro se ha
caracterizado por apartarnos, por relegarnos desde mucho antes de Gallegos
quien selló la fórmula civilización-atraso, nosotros hacia adentro en post de
la plenitud y no de la barbarie y el olvido. Si de oportunidades se trata,
nosotros construimos nuestra propia oportunidad, no andamos velándola ni
pidiendo permiso a la hora de crear.
En un
receso logramos escuchar buena parte de “Amiga, novia y amante” de Jesús
Moreno, pero instrumental. Bueno, con todo lo ruidoso que pueda ser, por lo
menos nos acompañó en este errar, no de yerrar, si no por lo de errabundo, por
la sabana de la palabra.
-A mi me sigue
pareciendo que lo que tu documentaste sobre la generación a la cual tu
perteneces es interesante en tanto ustedes anuncian como un florecer, aunque
aún no observado por los críticos. Ustedes deberían plantearse crear una
especie de antología de la nueva poesía apureña o de los nuevos narradores. Un
poco más allá de lo que hizo el grupo “Humo y Tabaco” en los años sesenta y un
poco más allá de lo que han hecho otros forjadores de las letras y de las artes
plásticas en el estado.
-¿Tienes
otros trabajos inéditos?
-Sí, me han llamado la atención
siempre los ensayos. En materia de ensayo te puedo decir que si tengo casi listo un libro. No
tiene un título definitivo porque lo construí a partir de una reflexión en
torno a: Primero, nuestros creadores y Segundo: el quehacer dentro de este
medio apureño, tomando como referencia un poco, la herencia de nuestros
aborígenes quienes han modelado con su propia arcilla todo lo que somos y desde
esa perspectiva allí va a estar la totalidad del libro, porque todo lo que
hemos hecho y lo que podemos plantear tiene que tener un cordón umbilical y
debe ser así.
-¿Cuál es
tu concepto humano del mundo desde el hecho político?
-Mi concepto humano del mundo
proviene de las lecturas del marxismo-leninismo, esto en el ámbito político, en
el área de la poesía fui influido por las lecturas a César Vallejo, Ramos
Sucre, Pablo Neruda y otros y con referencia a la plástica tendría que citar
necesariamente al profesor Régulo Pérez en el País y a Pablo Picasso por el
resto del planeta. Estos personajes prácticamente me dieron la medida del
mundo, una manera distinta de ver la realidad. Por lo tanto para mi poética, el
discurso inherente a los signos y símbolos del llano, ejemplo de ello, estoy
compilando un material donde recupero cierta memoria del llano y del río a
través de los “cachos” echados por diversos personajes de la costa del río y de
la sabana, cuentos de aparecidos, de animales fabulosos: toninas endiosadas,
caimanes y tigres transmutados en hombres. Lo humano abarca todo esto.
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